viernes, 2 de julio de 2010

Una canción necesaria

Si alguna vez alguien me hubiera trasmitido con sonoros discursos lo que tu mirada ha hecho en instantes, hubiese sido convertido de inmediato al bando del ponente el mismo día. Sin embargo, siento que se te hace muy extraño tratar de entender cuándo sucedió, en qué momento, cómo, quién; preguntas que son naturales para entender las locuras que trato de hacer. No sé si me esté equivocando, no sé si quieras conocerme, no sé si te interese en verdad saber quién es capaz de cometer estas locuras que por así decirlo no son comunes.

Pero de algo puedo estar seguro, y es que esa mirada puede significar muchas cosas, el problema es revelar qué son esas muchas cosas. No quisiera pecar de atrevido ni mucho menos incomodarte. Ten a bien comprender que través de estas líneas intento explicar el por qué pienso que me asiste el Derecho de transmitir lo que siento. Las cargas del hoy, hacen que la forma en cómo se comunican y manifiestan las cosas se hagan leves, superficiales y llenas de elementos que realmente pienso que son denigrantes, pero no quiero aburrir con esto así que continuaré. Decía que, tú también posees del Derecho a saber quién es esta persona que hace esto, del modo tal que asumo que debe provocarte desconcierto. Sé que no es justo, en cierto modo, complicarte las cosas de este modo, sin embargo, de algo puedes estar segura, y es que esto es sincero y créeme que hoy día ser sincero cuesta demasiado.

Me gustaría dejar de hacer un monólogo entre las cosas que vengo diciendo para comenzar a conocerte de la forma en que es debido conocer a las personas, sin embargo temo que aún es muy apresurado de mi parte y no es cortes invitar a una dama de esta forma, por lo que quedaría sumamente complacido si tan sólo respondieras a las líneas que te vengo ofreciendo.
Por hoy pienso que es suficiente.
Atentamente. Para "C"

No hay comentarios:

Publicar un comentario