domingo, 12 de septiembre de 2010

La Redención de un zahorí

La tarde del 22 de febrero del año pasado el cielo cargado de nubes no contuvo la congoja y precipitó su tristeza sobre la tierra despidiendo a un hombre llamado Hugo Assman quien fuera uno de los teólogos más representativos de América Latina. Fue Puerto Rico el último país que acogió a este notable intelectual que a los 75 años padecía problemas con los riñones y pulmones, pero fue el corazón el que le dejó de latir, tal vez por haber dedicado una vida entera en obsequiar esperanza a los que con la mirada perdida muestran la fatiga de la miseria. Assman representa a aquel grupo de teólogos que iniciaron las primeras publicaciones a finales del sesenta de la denominada Teología de la Liberación junto con Gustavo Gutiérrez, José Míguez Bonino, Juan Luis Segundo, entre otros. Con respecto a estos teólogos, es Phillip Berryman quien expresa que ha diferencia de sus colegas de otras partes del mundo, estos teólogos por lo general no enseñan en universidades o en seminarios, al menos no por tiempo completo sino más bien forman un grupo relativamente pequeño. Los que han publicado trabajos significativos no son más de dos o tres docenas. Casi todos son hombres, y la mayoría son clérigos católicos, aunque los protestantes han desempeñado papeles importantes en el movimiento. Estos teólogos a menudo sirven de consejeros a grupos populares y a sacerdotes, hermanas y pastores que trabajan con grupos campesinos. La mayoría de ellos dedican parte de su tiempo a trabajar directamente con los pobres. Los problemas a los que se enfrentan son los que surgen de su contacto con los mismos.

El doctor Assman nació en Brasil el año de 1933 iniciando sus estudios de Filosofía en la Universidad de San Leopoldo de 1951 a 1960, continuó sus estudios de Teología en la Universidad Gregoriana de Roma de 1954 a 1958, seguidamente estudió Sociología en la Universidad de Frankfurt y una vez ordenado sacerdote se doctoró en la Universidad Gregoriana de Roma.


La vida de Hugo Assman se desarrolló dentro de una visión cercana, de contacto y de trabajo con la realidad de una América Latina que mantiene desde hace décadas una dependencia inconmensurable que según la economista Vania Bambirra significa que el atraso de los países subdesarrollados es una consecuencia del desarrollo del capitalismo mundial y, a la vez, la condición de este desarrollo de las grandes potencias capitalistas. Esto trae como consecuencia una política de acumulación que deja la mayor inestabilidad para los pueblos de América Latina. Es por esto que, Hugo Assman, basó sus estudios y vida entera en la difusión de un cristianismo que en palabras de Leonardo Boff se desenvolviera del lado de los pobres.

Assman expresaría alguna vez que “si la situación histórica de dependencia y dominación de dos tercios de la humanidad, con sus treinta millones anuales de muertos de hambre y desnutrición, no se convierte en el punto de partida de cualquier teología cristiana hoy, aun en los países ricos y dominadores, la teología no podrá situar y concretar históricamente sus temas fundamentales. Sus preguntas no serán preguntas reales. Pasarán al lado del hombre real. Por eso, es necesario salvar a la teología de su cinismo. Porque realmente frente a los problemas del mundo de hoy muchos escritos de teología se reducen al cinismo”.

Hemos querido rendir un pequeño homenaje a la figura de este personaje del cual podríamos hablar mucho, es lamentable tener que hacerlo una vez ya fallecido. Empero como dijera Jung Mo Sung, es a los jóvenes a los que nos toca la inmensa responsabilidad de construir un futuro alejado de la insensibilidad de injusticia y opresión. Cabe a las generaciones más nuevas, asumir esa tarea y el desafío de unir el compromiso existencial por la causa de los más pobres y oprimidos con la seriedad de un pensamiento crítico que no se contenta con aplausos fáciles ni tiene miedo de decir verdades inconvenientes y peligrosas.

viernes, 9 de julio de 2010

El cuentista mutilado


“Siguiendo su camino, entraron en un pueblo, y una mujer, llamada Marta, lo recibió en su casa. Tenía una hermana llamada María, que se sentó a los pies del Señor y se quedó escuchando su palabra. Mientras tanto Marta estaba absorbida por los muchos quehaceres de la casa. En cierto momento Marta se acercó a Jesús y le dijo: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola para atender? Dile que me ayude.»
Pero el Señor le respondió: «Marta, Marta, tu andas preocupada y te pierdes en mil cosas: una sola es necesaria. María ha elegido la mejor parte, que no le será quitada.» [1]

Cuando el camino de la sensatez se ve, muchas veces, condicionado a factores sociales extremos que casi siempre hacen temblar al razonamiento más creíble, es cuando nos miramos y preguntamos ¿al final quién tuvo la razón? Hay bastantes personajes que tienden a señalar con el dedo y ha tratar de hacer las veces de María, del texto líneas arriba citado. Queremos ser específicos. Si bien es cierto que la tarea fundamental del cristiano radica en la contemplación y el seguimiento sobre todo espiritual de Cristo, no por ello desdeñemos la tarea que le tocó cumplir a las Martas del mundo. Y es que, nos preguntamos, ¿quién entonces atendería al Señor en su prédica? ¿No son las Sagradas Escrituras las que también expresan que no hay fe sin obras? Lo cierto es que, este texto fue motivo de un debate continuo de teólogos en el mundo. Tema interesante a la hora de asumir una posición.

Ahora bien, estas líneas no quieren hacer las veces de un discurso de tendencia divisoria dentro de la iglesia, simplemente quiero responder a lo que realmente me parece injusto, esto es como lo dije antes, el señalamiento. Yo creo que Dios edifica su iglesia con distintos obreros que cumplen diversas funciones. Unos están para contemplarlo, otros para hacer la obra que él quiso, sin dejar de vislumbrarlo a través de su trabajo, de su oración y de sus actividades directas y concretas con los más necesitados. De esta forma, cuando alguien repite las palabras terrorismo, no puede dejar de asociar dicha palabra con Ayacucho que significa “rincón de los muertos”, y tampoco puede dejar de asociar aquella época a personajes como Cipriani que han obviado en bastantes ocasiones el tema del terrorismo que asoló y azotó las provincias más pobres de nuestro país y cuyos conceptos de Derechos Humanos distan mucho del cristianismo. Por otro lado, he conocido, he visto, y he escuchado directamente a religiosos que han continuado su trabajo en aquellos lugares extremos, donde la vida y la muerte hacían las veces de dados eternos. Entonces el señalamiento apabullante conquistó de nuevo las reflexiones teológicas y los discursos intelectuales, de modo tal que se olvidaron del propósito que realmente se tenía. Apuntando con dardos nada benignos al corazón de los obreros de Cristo, se les señaló de pro-senderistas, de marxistas, de comunistas, de alentar el desorden en las comunidades campesinas y de someterlos a estudios de filosofía contestataria. Nada de esto realmente tenía sentido, muchos sacerdotes fueron encarcelados por el simple hecho de darlo todo sin pedir nada a cambio. Entonces a Marta le tocaba una vez más, la tajada más chica de la torta, pero aún así Cristo la amaba por su amor desinteresado.
[1] Texto de San Lucas 10 – versículo del 38 al 41.

domingo, 4 de julio de 2010

Apollinaire y Neruda

Apollineire dijo: "Piedad para nosotros los que exploramos las fronteras de lo irreal"

Como diría Neruda: cito de memoria, pensando en los cuentos que acabo de contar; cuentos de gente no por extravagante menos querida, no por incomprensible menos valerosa.

viernes, 2 de julio de 2010

Una canción necesaria

Si alguna vez alguien me hubiera trasmitido con sonoros discursos lo que tu mirada ha hecho en instantes, hubiese sido convertido de inmediato al bando del ponente el mismo día. Sin embargo, siento que se te hace muy extraño tratar de entender cuándo sucedió, en qué momento, cómo, quién; preguntas que son naturales para entender las locuras que trato de hacer. No sé si me esté equivocando, no sé si quieras conocerme, no sé si te interese en verdad saber quién es capaz de cometer estas locuras que por así decirlo no son comunes.

Pero de algo puedo estar seguro, y es que esa mirada puede significar muchas cosas, el problema es revelar qué son esas muchas cosas. No quisiera pecar de atrevido ni mucho menos incomodarte. Ten a bien comprender que través de estas líneas intento explicar el por qué pienso que me asiste el Derecho de transmitir lo que siento. Las cargas del hoy, hacen que la forma en cómo se comunican y manifiestan las cosas se hagan leves, superficiales y llenas de elementos que realmente pienso que son denigrantes, pero no quiero aburrir con esto así que continuaré. Decía que, tú también posees del Derecho a saber quién es esta persona que hace esto, del modo tal que asumo que debe provocarte desconcierto. Sé que no es justo, en cierto modo, complicarte las cosas de este modo, sin embargo, de algo puedes estar segura, y es que esto es sincero y créeme que hoy día ser sincero cuesta demasiado.

Me gustaría dejar de hacer un monólogo entre las cosas que vengo diciendo para comenzar a conocerte de la forma en que es debido conocer a las personas, sin embargo temo que aún es muy apresurado de mi parte y no es cortes invitar a una dama de esta forma, por lo que quedaría sumamente complacido si tan sólo respondieras a las líneas que te vengo ofreciendo.
Por hoy pienso que es suficiente.
Atentamente. Para "C"

jueves, 1 de julio de 2010

Pensando en ti

Como un meteoro en un raudo vuelo
pasa la lumbre bañando el cielo,
ante mis ojos apareciste
por vez primera, niña gentil...,
y al alejarte, quedéme triste
pensando en ti.

Vi la sonrisa del sol naciente,
vi sus reflejos en Occidente,
cuando reclina la sien rendido
sobre cojines de oro y zafir...,
y ambas escenas me han sorprendido
pensando en ti.

¡Ah!, no es de ahora que por ti el
alma de amor henchida perdió su calma;
que allí en mis sueños, antes de verte,
ya te adoraba mi alma feliz;
y así vivía, sin conocerte,
pensando en ti.

Sí; te recuerdo desde que era niño;
tu eras el ángel de alas de armiño
que me anunciaba la madre mía
cuando en sus brazos me iba a dormir
y, sin saberlo, me adormecía
pensando en ti.

¡Ah!, si entre zarzas, oculta y fría
junto a una tumba pasas un día
y en ella miras mi nombre escrito,
di que mi alma, niña gentil,
tendió su alas al infinito
pensando en ti.

Poema de José Antonio Perez Bonalde con el cual se identifica mi pesar. Va dedicado para ti, "C," espero te guste.

miércoles, 30 de junio de 2010

Por las ideas...

De mis lecturas y avances literarios de los últimos tiempos, a veces suelo releer y repasar el texto de Ernesto Sábato titulado "La Resistencia". Quisiera compartir algunas ideas, frases, citas que hace el autor en este singular libro y que mantienen mis idealismos románticos actualizados ya que, como es sabido, en una época como la nuestra en la que es difícil ser un soñador más vale pecar como idealista antes de corroer las esperanzas de un mañana mejor.
En torno a este premisa empieza la primera idea que llamó mi atención en el texto de Sábato:
I
"Pero si no nos dejamos tocar por lo que nos rodea no podremos ser solidarios con nada ni con nadie, seremos esa expresión escalofriante con que se nombra al ser humano de este tiempo, "átomo cápsula", ese individuo que crea a su al rededor otras tantas cápsulas en las que se encierra, en su departamento funcional, en la parte limitada del trabajo a su cargo, en los horarios de su agenda".
En algunos instantes mientras camino hacia la universidad, centro el rumbo tratando de entender la grandeza del volcán que observo en mi delante. Algunas veces levanto la cabeza por zonas en el centro de la ciudad encontrando nuevas dimensiones y grietas con detalles que jamás antes había podido observar. La gente me sonrie, qué más da, y es que he observado aquella catedral, aquellas iglesias, aquellos caminos tantas veces y siempre encuentro algo nuevo de lo cual me debo asombrar. Sin embargo, bajo esta observación también se puede apreciar (y no se necesita ser tan observador para eso) que los turistas quedan maravillados con el estilo de las construcciones que tienen al frente, mientras que nosotros -debe ser por el constante trajín- ya ni siquiera queremos sorprendernos de la belleza de nuestra ciudad, tal vez por estar encapsulados en aquel "átomo cápsula", qué sé yo.
II
Como dijo Gandhi: "No quiero cerrar los cuatro rincones de mi casa ni poner paredes en mis ventanas. Quiero que el espíritu de todas las culturas aliente en mi casa con toda la libertad posible. Pero me niego a que nadie me sople los peones. me gustaría ver a esos jóvenes nuestros que sienten afición a la literatura aprender a fondo el inglés y cualquier otra lengua. Pero no me gustaría que un solo indio se olvidase o descuidase su lengua materna, que se avergonzase de ella o que la creyese impropia para la expresión de su pensamiento y de sus reflexiones más profundas. Mi religión me prohibe hacer de mi casa una prisión".
Y cuántas prisiones avisoramos en los linderos del Perú. Si en el Paraguay se enseña con orgullo el guaraní, por qué el desprecio y el oprobio a las lenguas maternas de este país. Desconcertado me siento al no poder hablar la lengua que más caracteriza al sur peruano, me refiero al quechua. La riqueza de este lenguaje que es propio de un linaje de sangre de reyes como fueron los Incas merece, por el contrario, el acercamiento más directo con nuestra propia sangre y con nuestra proppia historia. Sin mebargo, parte del problema del desprecio al idioma se centra en personajes como el famoso filósofo san marquino Deustua, el cual despreciaba al indígena al modo tal de aseverar de que nunca podría "civilizarse".
Sostenemos fírmemente que el desprecio al idioma es el desprecio al indígena, que durante décadas ha marcado la división de nuestros pueblos en grietas escindidas por el racismo injustificado y el afán de poder de los acaudalados magnates del país. Una raya más al tigre.